No me fio del conejo de Nesquik...

Que no hombre que no. Que no me fío yo del anuncio de Nesquik ni del conejo ese suyo.

Recapitulemos: Un chaval entra en la cocina, saca una taza, le echa leche, luego saca un bote de polvo marrón, se come un par de cucharadas y lo primero que se le aparece es un conejo de metro cincuenta que habla y que se le enroscan las orejas al probar aquel mejunje.

Me vais a perdonar, pero lo que hay en ese bote no es Nesquik.

Una morena en Rubiolandia

Recientemente una amiga mía que es morena, tan morena como la mujer que pisaba con garbo aquel pasodoble de José Padilla, se nos ha pasado al lado oscuro, se nos ha pasado al color rubio.
¡Y nada tengo yo contra las mujeres rubias, dios me libre!. Con esto no quiero ofender a ninguna de ellas, pero sí que quiero ensalzar la figura de las mujeres morenas!. Ya que (junto con la cecina y el Rioja) son los más hermoso que nos ha dado la madre Tierra.

Lo dicho Sandrita, vuelve pronto a "Tierra de Morenos", te esperamos con la mesa puesta y fuego en la chimenea, tu casa te echa de menos.